Un amante de ensueño de Sherrilyn Kenyon
Y esos ojos… ¡Madre del amor hermoso! Tenían el color azul claro del cielo en un día perfecto de verano, con un reborde azul oscuro que resaltaba la parte externa del iris. La intensidad de su mirada resultaba abrasadora y reflejaba inteligencia. Grace tenía la impresión de que esa mirada podría matar de verdad. O al menos resultar devastadora. Y desde luego ella se sentía devastada en esos momentos. Cautivada por un hombre demasiado perfecto para ser real. |