Diario de un librero de Shaun Bythell
A las 10.00 horas ha entrado por la puerta el primer cliente del día. Ha arrancado con un: "La verdad es que los libros no me interesan", seguido de un: "Déjeme que le cuente lo que pienso de la energía nuclear". Llegadas las 10.30 horas, mi voluntad de vivir era un recuerdo lejano.
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