El veneno de la tarántula. Los misterios de Byomkesh Bakshi de Sharandindu Bandyopadhyay
Era una puerta de madera, de cerca de cuatro centímetros de grosor, y estaba cerrada con llave por fuera, pero por dentro se podía abrir girando una manija. Sin embargo, cuando Atul y otro par de personas se lanzaron contra ella con fuerza, la cerradura se rompió ruidosamente y la puerta se abrió por completo. La visión que nos encontramos a través del hueco de la puerta nos quitó el aliento por el terror.
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