El principio de Dilbert: un auténtico repaso a jefes, reuniones inútiles, manías de gerente y demás achaques laborales de Scott Adams
Todo el mundo es imbécil, no sólo la gente que no aprueba los exámenes finales de secundaria. Lo único que nos diferencia es que somos imbéciles con respecto a diferentes cosas, en momentos distintos. Por muy inteligente que uno sea, se pasa la mayor parte del día siendo imbécil.
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