Cuando Dios era un conejo de Sarah Winman
Nada permanece olvidado durante mucho tiempo, Elly. A veces, simplemente tenemos que recordarle al mundo que somos especiales y que seguimos aquí.
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Cuando Dios era un conejo de Sarah Winman
Nada permanece olvidado durante mucho tiempo, Elly. A veces, simplemente tenemos que recordarle al mundo que somos especiales y que seguimos aquí.
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Sarah Winman
Los recuerdos, por muy pequeños o triviales que sean, constituyen las páginas que nos definen.
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Cuando Dios era un conejo de Sarah Winman
Yo había intentado convertirme en lo que él quería que fuera, lo que era totalmente imposible, porque lo que él quería era otra persona. Pero seguí intentándolo, a mii manera equivocada y cansada.
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Cuando Dios era un conejo de Sarah Winman
[...] un hombre al que en realidad no amaba, pero que estaba allí, alguien con quien hablar al final del día. Todos hemo tenido uno de esos.
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Cuando Dios era un conejo de Sarah Winman
Tú eras un jardinero desastroso que creó un bonito jardín.
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Gregorio Samsa es un ...