El club de lectura para corazones solitarios de Sara Nisha Adams
Había aprendido de Atticus Finch a luchar por aquello en lo que creía; había aprendido a sobrevivir con un tigre, como Pi; había aprendido a no permanecer en una casa espeluznante en Cornualles, a buscar un hotelito u otra alternativa, y con Amir de Cometas en el cielo, había descubierto que nunca era demasiado tarde para hacer lo correcto.
|