La familia de Sara Mesa
Sin haber sido formulada una prohibición expresa, Rosa sabe que los novios no son bienvenidos en su familia. Que el mero hecho de tener novio, o de desearlo, es una aberración. Que ante esa posibilidad, se sacaría la artillería pesada, en pos del bien común, por supuesto. Un novio significa sexo, y el sexo, ya se sabe no existe. La misma palabra sexo es impronunciable, con la explosión efervescente y festiva de la equis. Quien la diga en voz alta está ya manchado por la sospecha, porque revela un conocimiento impropio. Como cuando en la televisión salen animales copulando y ellos fingen no saber lo que pasa.
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