Cara de pan de Sara Mesa
[...] se sintió humillada de otra forma. Lo único que le dice es: ¿quiénes son ellos para creerse que pueden entendernos?. ¡Como pollos rellenos!, dice el Viejo. Los abren y los vacían y después rellenan el hueco con lo que piensan que es mejor, y listo, ¡al horno! ¡Cocinados al gusto de la psicología!
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