Las otras niñas de Santiago Díaz
Los dos saben lo que hacen allí, así que no esperan más para acercarse y besarse. Es exactamente el mismo beso que se dieron la noche ante-rior a que Indira decidiera perseguir a un asesino por las alcantarillas y sus planes de vida se fueran a la mierda. Alejandro le sigue haciendo mucha gracia que, aunque la excitación convierta la situación en apremiante, ella siempre encuentra tiempo para doblar su ropa.
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