Una casa junto al mar de Santa Montefiore
Así me dio por pensar qu la gente feliz está llena de amor, y que la gente desgraciada tiene muy poco, o quizá ninguno. En el mundo no hay más que eso: los que aman y los que no. En realidad es muy sencillo. Si todo el mundo amara no habría guerras. Todo el mundo viviría en paz.
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