El colibrí de Sandro Veronesi
Debería saberse-pero no se sabe-que el destino de las relaciones humanas se decide al principio y de una vez para siempre, y que para saber cómo acabarán basta con fijarse en cómo empezaron. Así, cuando trabamos unas relación, siempre hay un momento de iluminación en el que vemos cómo se desarrollará, cómo se convertirá en lo que se convertirá y acabará como acabará, todo a la vez.
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