El colibrí de Sandro Veronesi
El que se mueve nos parece un valiente y el que se queda quieto un miedoso, el que cambia es lúcido y el que no cambia es obtuso. Es lo que ha decidido nuestra época.
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El colibrí de Sandro Veronesi
El que se mueve nos parece un valiente y el que se queda quieto un miedoso, el que cambia es lúcido y el que no cambia es obtuso. Es lo que ha decidido nuestra época.
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El colibrí de Sandro Veronesi
Hay seres que se pasan la vida afanándose por avanzar, conocer, conquistar, descubrir, mejorar, para al final darse cuenta de que no han hecho más que buscar la vibración que los arrojó al mundo: para éstos, el punto de partida y el de llegada coinciden. Y hay otros que, aunque estén quietos, recorren un camino largo y azaroso porque es el mundo el que se desliza bajo sus pies y acaban muy lejos de donde partieron.
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El colibrí de Sandro Veronesi
Ella solo buscaba un refugio, un discurso que le permitiera seguir tirando un tiempo; él buscaba la felicidad, nada menos. Ella le mintió siempre, es verdad, y eso está mal, muy mal, porque la mentira es un cáncer que se extiende y se confunde con la sustancia misma que corrompe, pero él había hecho algo peor: él la había creído
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El colibrí de Sandro Veronesi
Debería saberse-pero no se sabe-que el destino de las relaciones humanas se decide al principio y de una vez para siempre, y que para saber cómo acabarán basta con fijarse en cómo empezaron. Así, cuando trabamos unas relación, siempre hay un momento de iluminación en el que vemos cómo se desarrollará, cómo se convertirá en lo que se convertirá y acabará como acabará, todo a la vez.
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El colibrí de Sandro Veronesi
La primera página, ¿Cómo se llama? La que va a continuación de la portada en la que figura el autor, el título y la editorial...¿Frontispicio? Espera a ver. Sí, exacto, frontispicio, "la primera página de un libro"
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El colibrí de Sandro Veronesi
Imagina que digo verano, escribo la palabra "colibrí", la meto en su sobre, la llevo cuesta abajo hasta el buzón. Cuándo abras la carta, te acordarás de aquellos días y de lo mucho, lo muchísimo que te amo.
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El colibrí de Sandro Veronesi
Había mantenido en pie un pequeño y frágil mundo que, sin él, se habría desmoronado al instante, y eso le había dado una fuerza y un orgullo que nunca antes había sentido.
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El colibrí de Sandro Veronesi
Les paraules que em deies a cau d’orella fins no fa gaires mesos són la cosa més bonica que he tingut: deixa-me-les.
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El colibrí de Sandro Veronesi
No le basta mi cuerpo, mi abrazo, mi calor, no le bastan mis caricias. Quiere que la mire: si no me miras no estás.
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¿Cuál es el desayuno favorito de Eleven?