Distancia de rescate de Samanta Schweblin
El presente es lo único que tenemos, intentad disfrutarlo con independencia de las circunstancias en la que nos encontramos.
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
El presente es lo único que tenemos, intentad disfrutarlo con independencia de las circunstancias en la que nos encontramos.
|
Siete casas vacías de Samanta Schweblin
De tanto escuchar a la gente aprendí que no siempre piden lo que es mejor para ellos.
|
Siete casas vacías de Samanta Schweblin
Por qué, si sus intenciones eran tan claras, su cuerpo volvía a despertarse cada día. Era algo insólito y cruel, y Lola empezaba a temer lo peor: que la muerte requiriera un esfuerzo para el que ella ya no estaba preparada.
|
Siete casas vacías de Samanta Schweblin
Quiero que mueva nuestras cosas, quiero que mire, aparte y desarme. Que saque todo afuera de las cajas, que pise, que cambie de lugar, que se tire al suelo y también que llore.
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Lo monstruoso, lo trágico y lo irremediable está en lo trivial, en lo común de todos los días.
|
Kentukis de Samanta Schweblin
Si ser anónimo en las redes era la máxima libertad de cualquier usuario –y además, una condición a la que ya era casi imposible aspirar–, ¿cómo se sentiría entonces ser anónimo en la vida de otro?
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Lo llamo 'distancia de rescate', así llamo a esa distancia variable que me separa de mi hija y me paso la mitad del día calculándola, aunque siempre arriesgo más de lo que debería.
|
Kentukis de Samanta Schweblin
Si ser anónimo en las redes era la máxima libertad de cualquier usuario, y además una condición a la que ya era imposible aspirar, ¿cómo se sentiría entonces, ser anónimo en la vida de otro?
|
Kentukis de Samanta Schweblin
Alina envidiaba la tranquilidad con la que Sven hacía de su vida exactamente lo que quería
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
El punto exacto está en un detalle, hay que ser observador.
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Ya no hay tensión. Pero yo siento el hilo. Todavía existe.
|
La respiración cavernaria de Samanta Schweblin
Volvía a respirar. El alivio fue solo físico. En la oscuridad de sus ojos cerrados entendió que seguía viva, cuando hubiera sido tan buen momento para morir. Tampoco entonces había sucedido. Había llamado a la muerte de muchas maneras pero nada funcionaba. Era evidente que algo de peso se le escapaba y no se le ocurría realmente qué más hacer.
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Ahora mismo estoy calculando cuánto tardaría en salir corriendo del coche y llegar hasta Nina si ella corriera de pronto hasta la pileta y se tirara. Lo llamo distancia de rescate, así llamo a esa distancia variable que me separa de mi hija y me paso la mitad del día calculándola, aunque siempre arriesgo más de lo que debería.
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Lo abracé con tanta fuerza, Amanda, con tanta que me parecía imposible que algo o alguien en el mundo pudiera quitármelo de las manos.
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Lo llamo «distancia de rescate», así llamo a esa distancia variable que me separa de mi hija y me paso la mitad del día calculándola, aunque siempre arriesgo más de lo que debería.
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Uno dice "perder la casa sería lo peor", y después hay cosas peores y uno daría la casa y la vida por volver a ese momento y soltar la rienda de ese maldito animal.
|
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
¿Por qué las madres hacen eso? ¿Qué cosa? Lo de ir por delante de lo que podría ocurrir, lo de la distancia de rescate. |
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Esto es el mismísimo terror, entrar a una casa que apenas conozco buscando a mi hija con tanto miedo que no puedo siquiera pronunciar su nombre.
|
Kentukis de Samanta Schweblin
O hasta entender porqué, desde que había llegado a Vista Hermosa, no dejaba de mirarlo todo con tanta extrañeza, y de preguntarse qué iba a hacer con su vida para que el fastidio y los celos no terminaran de desquiciarla.
|
Siete casas vacías de Samanta Schweblin
La lista decía; Clasificarlo todo Donar lo imprescindible Embalar lo importante Concentrarse en la muerte. Si él se entromete ignorarlo |
¿Quién mata al elfo Dobby?