Farabeuf de Salvador Elizondo
Hoy es un día especial, una hora especial, un instante, aunque sólo eso, en que espero ver colmado mi deseo. Debes prepararte con toda conciencia, no sin cierta humildad, a pasar por esta prueba, por esta ceremonia capital. No turbes ya las cosas que nos rodean. Todo es sólo un instante. Mantén tu mirada fija en ese signo que has ideado. Yo hago lo posible por ayudarte. Es preciso que estés dispuesta, que aceptes este sacrificio con todas sus consecuencias; no debes dudar un solo momento de mis buenas intenciones. Quiero, en cierta forma, revelarte un misterio inaccesible; quiero dilucidar, para que tú lo sientas con toda su inexplicable verdad, el misterio que te mantiene inmóvil ante mí.
|