La joven que aprendió de S.S.G. Danvers
Cada uno de nosotros tenemos unos pensamientos y unas opiniones que nos pertenecen solamente a nosotros, y que nadie debería creerse en el derecho de poder interferir en ellas de ninguna manera, y mucho menos manejarlas. Cada cual, que crea en lo que estime más oportuno, y si esas creencias no hacen daño a nadie, que sigan siendo felices con ellas.
|