El paisaje del ciego de Roslyn Ison
Pensé en el Fantasma de la Ópera...me pareció que ambos éramos lo mismo: dos almas repulsadas y anhelantes. Para ganarse el respeto de los demás El Fantasma tuvo que recurrir a la tiranía, puesto que no poseía belleza ni dinero. Yo no poseía belleza ni dinero y tampoco era perverso, así que estaba perdido |