La tienda de la felicidad de Rodrigo Muñoz Avia
Querida Mari Carmen: Es brillante. Conocer a otro para conocerse a sí mismo. O quizá desconocer a otro para soportar el desconocimiento de uno mismo. En todo caso, que seas capaz de intercambiar correos con un desconocido es un rasgo de tu personalidad que me encanta (aunque tampoco somos tan desconocidos, Carrefour une mucho)
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