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La gramática del amor de Rocío Carmona
¿No era la amistad otra forma de amor, incluso más pura y generosa?
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La gramática del amor de Rocío Carmona
Somos lo que queda de nosotros cuando nos rompen el corazón por primera vez
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La gramática del amor de Rocío Carmona
Estar enamorado es sentirse ante un catálogo maravilloso lleno de infinitas posibilidades. Es saberse un pajarillo perfecto que patrulla los cielos sintiendo que ha encontrado su verdadera razón de ser, su centro, su motivo. Lástima que a ella la habían derribado de una perdigonada traidora cuando empezaba a levantar el vuelo, pensó. |
La gramática del amor de Rocío Carmona
Somos lo que queda de nosotros cuando nos rompen el corazón por primera vez.
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Huziel significa te quiero de Rocío Carmona
A menudo nos enfrentamos a dilemas muchos más serios que creer o no en los cuentos, niña. La vida es un gran circo en plena función. Algunos de nosotros decidimos salir a la pista, atravesamos aros de fuego, nos metemos en el cañón del hombre bala, domamos bestias salvajes o hacemos que a la gente se le salten las lágrimas de la risa. Mientras tanto, otros están en las gradas mirándolo todo y llenándose la boca de palomitas de maíz o algodón de azúcar. Y ahora dime: ¿estás preparada para volar?
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Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón de Rocío Carmona
No somos más que niños jugando al juego de la vida. Vamos en el asiento de atrás de un coche conduciendo nuestro volante de juguete, apretando el claxon de vez en cuando, creyendo despreocupadamente que somos los dueños de nuestro destino. Un buen día dejamos de darle vueltas al volante y nos damos cuenta con estupor de que el coche sigue hacia delante, no importa lo que nosotros hagamos.
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Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón de Rocío Carmona
Me he dado cuenta de que hay muchas maneras de echar de menos a alguien. La primera es la más obvia: el recuerdo. Cuando alguien te falta y no puedes dejar de pensar en esa persona, inevitablemente todo te recuerda a ella.
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Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón de Rocío Carmona
No podemos elegir lo que la vida decide que sucede, pero sí lo que hacemos cuando sucede.
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Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón de Rocío Carmona
Nunca se me había ocurrido pensar que, cuando alguien dice que le han roto el corazón, en realidad está nombrando un dolor físico, literal.
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Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón de Rocío Carmona
¿Tenía algún sentido seguir adelante? ¿Para qué iba a levantarme si en cuanto me despistara la vida iba a encargarse de volver a hacerme caer de culo?
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Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón de Rocío Carmona
En la vida no hay problemas, solo oportunidades de mejora. Aunque a veces nos empeñemos en pasarlo mal.
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Lo que sucedió cuando me rompiste el corazón de Rocío Carmona
A veces es mejor dejarse caer. Resistirse solo hace más doloroso el batacazo.
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El corazón de Hannah de Rocío Carmona
Los remordimientos acerca del ayer y el miedo al mañana son ladrones gemelos que nos roban el hoy
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El corazón de Hannah de Rocío Carmona
La mayor lección que había aprendido desde entonces se podía resumir en una: no es bueno aferrarse a nada. Ni a las cosas ni a las personas. Ni siquiera a uno mismo.
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El corazón de Hannah de Rocío Carmona
No puedes dar marcha atrás al reloj, pero puedes darle cuerda de nuevo
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El corazón de Hannah de Rocío Carmona
Justo cuando la oruga pensaba que el mundo se había acabado, se convirtió en mariposa
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El corazón de Hannah de Rocío Carmona
Junto a la barra descubrió un pequeño escenario con cortinas negras sobre el que cantaba un chico con una guitarra. Aquel era el sonido que la había atraído hasta el bar. La voz grave y matizada del cantante le gustó, aunque su actitud era más bien tímida. Se quedó mirándolo hipnotizada mientras él desgranaba una melodía triste sin levantar la vista de sus botas de cuero. |
El corazón de Hannah de Rocío Carmona
Cuando Hannah terminaba de secar el último vaso, su padre se acercó a ella por detrás y le puso una mano sobre la cabeza, acariciando suavemente sus cabellos, ocultos bajo la cofia almidonada. Ella se dio la vuelta y sonrió con los ojos bajos. John Miller era un hombre de pocas palabras. Aún así, Hannah sabía que con aquella mano áspera que ahora temblaba levemente al tocarla, su padre le estaba diciendo sin hablar que la quería y que estaba orgulloso de ella. Hannah recordó un gesto parecido el día que terminó el colegio, hacía dos años, y le dedicó una sonrisa tímida. Los ojos azul petróleo de su padre se encontraron con los suyos, tan parecidos, y se humedecieron al instante. A Hannah le dio un vuelvo el corazón al verlo tan emocionado, y por segunda vez aquella mañana sintió que la vida tal y como la conocía hasta ese instante estaba a punto de cambiar. |
La gramática del amor de Rocío Carmona
—Aprendí que cuando te mueres por los huesos de alguien y no vas a ser correspondido, el mejor favor que te pueden hacer es darte con la puerta en las narices. Nada duele más en estos casos que un poco de compasión, porque con la esperanza se abre una herida que no deja de supurar.
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La edad de la inocencia