La vida son dos días, entonces bésame de Roberto Emanuelli
Y, recuerda, no existen mujeres fáciles o que se puedan etiquetar de una manera tan superficial. Superficial es sólo el cerebro de quien no lo comprende. Porque cada mujer es especial y compleja a su manera; cada mujer, antes que nada, merece que la escuchen con el pensamiento, que la tomen con la mirada y que la toquen con el corazón.
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