La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson
Yo también iba a embarcarme, a navegar en una esbelta goleta, con capitanes, pilotos, contramaestres, y marineros que llevan una coleta embreada y cantan raras canciones marineras. ¡Y todo eso con rumbo a una isla desconocida, lejana, inmóvil en la inmensa movilidad del océano, y en busca de un tesoro escondido! |