Las supervivientes de Riley Sager
Nosotras no estábamos en una película. Nos pasó en la vida real. Nuestra vida. La sangre no era de mentira. Los cuchillos eran de acero, afilados como en las pesadillas. Y quienes murieron desde luego no merecían morir. Sin embargo, por alguna razón, nosotras chillamos más fuerte, corrimos más rápido, luchamos con más ahínco. Nosotras sobrevivimos.
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