El último héroe del Olimpo de Rick Riordan
¿No hay un beso para darme suerte? Ya es una especie de tradición, ¿no? Temí que me diera un puñetazo. Pero lo que hizo fue sacar su cuchillo y mirar al ejército de monstruos. —Regresa vivo, sesos de alga. Entonces veremos. |