La profecía oscura de Rick Riordan
No me bastaba con ser un mortal de dieciséis años con el horrible seudónimo de Lester Papadopoulos. No me bastaba con tener que recorrer la Tierra cumpliendo misiones heroicas hasta encontrar la forma de volver a congraciarme a mi padre, ni tener un acné que no respondía a los medicamentos. ¡Para colmo de males, a pesar de tener un carnet de conducir del estado de Nueva York, Leo Valdez no me dejaba pilotar su corcel aéreo de bronce!
|