La corona rota de Richard Ford
Todos somos partes de la tierra; algunos estamos destinados a ser grandes afluentes y a guiar las aguas por el terreno, alimentándolo y haciéndolo crecer. Algunos somos montañas que vigilan las fronteras de las naciones, protegiendo a las personas inocentes de los planes de los invasores. Y algunos de nosotros no somos más que flores, con un breve lapso para crecer a la luz del sol antes de morir.
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