Un burka por amor de Reyes Monforte
Era como si alguien la hubiera atado o amordazado dentro de un saco de patatas, a juzgar por lo hosco que resultaba al tacto aquella tela que ahora la cubría por entero y que no tardaría en convertirse en su segunda piel. No podía respirar normalmente y notaba como por momentos le faltaba el aire. Notaba una presión en la cabeza, como si alguien le hubiese puesto un cubo pesado sobre ella y se lo hubiese encajado a conciencia. La tela le picaba, la notaba áspera y ruda en contacto con su piel. Las piernas y los brazos parecían haberse quedado paralizados, no respondían a los deseos de María de salir corriendo de allí.
|