La dama del lago de Raymond Chandler
-No me gustan sus modales, señor Marlowe -dijo Kingsley con una voz que, por sí sola, habría podido partir una nuez de Brasil. -No se preocupe por eso, no los vendo. |
La dama del lago de Raymond Chandler
-No me gustan sus modales, señor Marlowe -dijo Kingsley con una voz que, por sí sola, habría podido partir una nuez de Brasil. -No se preocupe por eso, no los vendo. |