El corazón de la banshee de Raquel de la Morena
En ese camino hay mucha lucha, momentos felices y otros aciagos, pero lo más importante es que al llegar al final uno sea consciente de que lo importante era el viaje y no el destino.
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El corazón de la banshee de Raquel de la Morena
En ese camino hay mucha lucha, momentos felices y otros aciagos, pero lo más importante es que al llegar al final uno sea consciente de que lo importante era el viaje y no el destino.
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
A veces solo es necesario prestar un poco de atención al universo para ser capaz de escucharlo.
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
Te odio por no recordar lo nuestro, por dejarme sola en una historia que era de los dos
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
-O sea, que discriminamos las cuestiones del corazón de todas las demás inherentes al ser humano -cuestionó los argumentos de Jane- ¿Pero acaso no forman también parte de nuestras vidas? Por lo que tengo entendido o al menos en lo que he escuchado decir a personas realmente enamoradas como mi hermano Collin. El romance es parte consustancial de nuestra felicidad.
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ZEN de Raquel de la Morena
¡La muerte está a vuestra espalda! ¡Os mira amenazante! ¡Brilla su guadaña! ¡La esgrime ahora sobre vuestras cabezas con su filo aguzado! ¿A cuál de vosotros segará el primero?
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
De todos modos…estando en una ciudad tan hermosa como esta, poco sentido hallo en hablar del pasado o el futuro, que solo existen en nuestras mentes, como meros recuerdos o vaticinios. El presente, eso es lo que importa, eso es lo único que es, pese a cambiar de forma cada segundo.
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El corazón de la banshee de Raquel de la Morena
Ya te he dicho que no habrá ninguna otra mujer para mí.Serás tú o ninguna.
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
Entendí lo que quería decir. Los recuerdos son traicioneros cuando nada físico los retiene: terminan por escaparse, como arena entre los dedos.
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
Tenían por delante todo un futuro juntos, y no se imaginaba viviéndolo sin ella. Aquello no podía ser el final de su amor. Era imposible. Era injusto
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
La decencia y la bondad de la gente no se miden por las riquezas que atesoran en las alforjas. Y la sobreabundancia de fortuna jamás podrá compensar una carencia total de virtud.
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
«No puedes depender de otros para ser fuerte. La fuerza debe partir de ti misma».
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
Allí estábamos, en medio de una tempestad, a punto de naufragar... Y con él al lado poco importaba irse a pique.
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
Quizás el Big Bang comenzó con el estallido de un corazón enamorado como el mío.
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ZEN de Raquel de la Morena
-Hay algo en ti que no cuadra -prosiguió él-. No eres lo que aparentas. -"¿Y que aparento". No, mejor no preguntar-. Tu ropa, tu maquillaje, las chicas con las que te has juntado... Son como las escamas de un camaleón colocadas sobre las plumas de una golondrina.
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
—El amor… —también él vaciló antes de proseguir— es un sentimiento que, a mi modesto modo de entender, resulta de lo más efímero. Y si se basa en él a la hora de plantearse aceptar o no a un marido, bien podría verse lamentándolo el resto de su vida. En cambio, si tomara la decisión en base a un mutuo acuerdo de índole económica, al común interés de las familias, ¿no tendría esa entente una mayor probabilidad de éxito y por tanto de felicidad futura? Cuando el amor toma parte en la alianza, es mucho más fácil caer en la decepción —dijo lentamente, muy seguro de su discurso—. Si, como ha dado a entender la esposa de mi padre, el sobrino de su padrastro se ha dirigido a usted con la petición de hacerle cambiar su apellido al de Seymour, debería meditar con buen juicio su respuesta definitiva. —Eso plantea un inconveniente que no me creo capaz de superar. —¿Y cuál es? —preguntó Robert con curiosidad. —Tendría que aprender a hacer unas eses más bonitas —bromeó Jane—. Es una letra que siempre se me enreda al escribirla: se enrosca de una manera poco delicada, como una serpiente a punto de lanzarse sobre su desvalida presa —añadió antes de mitigar con su brazo el ataque de un ofidio. —Le estoy hablando en serio —se quejó Galloway. —Si prefiere que yo también adquiera un tono más grave, le diré que, por lo que entiendo, usted propone que me venda por una fortuna o un título, como han hecho otras antes que yo.(…) —No, solo le digo que debería contraer matrimonio para asegurarse un futuro bienestar —concretó él en tono de suave reproche. —Pues para disgusto de mi bien estar, señor Galloway, Jane Saymour no es un nombre que suene bien a mis oídos. + Leer más |
¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
—Hmm…Espero que no fueras uno de esos clasistas estirados del XIX. Igual estabas acostumbrado a que te siguieran a ti y por eso te sientes raro yendo tú de escolta —comenté medio en broma medio en serio. —Confío en no haber dado muestras jamás de ser un clasista estirado. —A juzgar por la expresión divertida de su rostro, Duncan no hubiera sido capaz de jurar tal cosa sobre la Biblia—. Pero, si lo fui, creo que no deberías arrogarte el derecho de criticar por ello: las épocas son las que, en gran medida, establecen las convenciones e incluso la moralidad; lo que está bien y lo que está mal. Si intuyó que sus palabras me iban a servir como de acicate, no le faltaba razón. —Las épocas no, las personas que tienen el poder en cada época. |
¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
“El presente; eso es lo único que importa, eso es lo único que ‘es’, pese a cambiar de forma a cada segundo”.
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ZEN de Raquel de la Morena
– ¿Intentas confundirme, Alain? – Porque desde luego lo estaba consiguiendo. – ¡Claro que lo intento! Porque el amor es un espíritu confuso – dijo antes de esbozar una sonrisa abierta y conciliadora. Los ojos le brillaban con una extraña emoción -. Y es lícito pensar que ese enamoramiento instantáneo puede existir, y también el amor para toda la vida ¡e incluso que ninguno de ellos sea real! Una misma persona cree en cosas muy diferentes a lo largo de toda una vida, dependiendo del momento que esté atravesando. También hay hombres y mujeres que no encuentran a su pareja ideal y terminan aceptando en su vida a un sustituto «pasable», y eso no implica necesariamente un fracaso. A veces el conformismo puede ser la llave que necesitamos para abrir la cerradura de la felicidad. |
¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
No sea tan dura consigo misma. Piense menos y sienta más…Solo se vive una vez, y la compañía que nos procuremos en ese tiempo puede valer más que todo el oro del mundo. No se conforme con menos.
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¿Quién diablos eres? de Raquel de la Morena
Es que, dulce amiga, la cara no es como dicen por ahí el espejo del alma…todos llevamos dentro cientos de caras, y nos las vamos cambiando según nos convenga más calzarnos una u otra. Adaptarse o morir.
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¿En que trabaja Kote?