El aviso de los cuervos de Raquel Villaamil
¿Me estarían buscando? ¿Sería alguno de ellos de los que huía mi madre? Suspiré. No podía permitir involucrarme en las paranoias con las que había crecido. No sé en qué momento de los meses anteriores me di cuenta de que, con seguridad, aquella amenaza solo existía en la mente de mi madre. Nadie nos perseguía. Nadie quería matarnos. |