Escrito en las estrellas de Raquel Silva
Mi mente y mi corazón se habían declarado la guerra y solo yo recibiría el daño colateral del fuego amigo de la batalla que se estaba librando en mi interior. ¿Querer? ¿Odiar? Dos sentimientos tan opuestos, separados por una línea tan fina que puede llegar a ser imperceptible para aquella que no quiere ver. Pero mi venda se estaba cayendo. Sabía que solo uno de los sentimientos podía ser real y tenía miedo de averiguar cual.
|