Cupido tiene las alas de cartón de Raphaëlle Giordano
Los cinco últimos años sin trabajar se me suben a las mejillas y las encienden de súbito. La mujer retuerce un ratito más el cuchillo en mis complejos, lo cual parece proporcionarle un malicioso placer. ¿Por qué no aprovechar esta oportuna diversión para matar el aburrimiento tan típico de estos eventos? Apuro de un trago la copa de champán.
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