Autobiografía de Marilyn Monroe de Rafael Reig
Pero no sólo se lo diría: me esforzaría en lograr que ella lo sintiera, que ella se diera cuenta de que la quieren, ¿me comprende? Que supiera que la quiero, pero no porque yo se lo diga ni tampoco porque ella lo piense, sino de la misma manera en que uno sabe si tiene hambre o si tiene sed, como una sensación corporal.
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