El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Mis ojos ya no me permiten escribir, y para leer tengo que colocar el texto tan lejos que apenas logro descifrarlo.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Mis ojos ya no me permiten escribir, y para leer tengo que colocar el texto tan lejos que apenas logro descifrarlo.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Mis ojos ya no me permiten escribir, y para leer tengo que colocar el texto tan lejos que apenas puedo descifrarlo.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
La sombra de una tragedia se hace más pequeña si le pones cara de risa.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Todo camino es un bálsamo para un alma atormentada.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Creer en un sueño imposible es darle sentido a la vida. Luchar por él hasta la extenuación es firmar la paz con uno mismo.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
No te extrañe que las llamas, como suele suceder, empiecen a arder precisamente en las páginas de un libro.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
La gente persigue la verdad como si la necesitara para vivir. La verdad no es como el aire ni como el agua. No la necesitamos para mantenernos con vida.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
A veces interesan más los amigos venenosos que Santos en los altares.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Nunca sorprende a zorro viejo el siniestro acecho de un lobo.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
En ocasiones sueño con forjar un mundo nuevo, partiendo de cero, en el que se pueda liberar la sabiduría que hoy ocultamos por miedo a que los bárbaros la aniquilen.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Solo muestran desinterés por averiguar la verdad aquellos que ya la tienen en su mano.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Por suerte contra las tinieblas de la ignorancia siempre hubo entre los seres humanos unos pocos héroes que dedicaron su vida a extender su luz.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Ya que no puedo hacer otra cosa déjame al menos soñar.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Aislado de la civilización y próximo al cielo. Un remanso de calma y espiritualidad en el que una puñado de monjes vivían retirados del mundanal ruido, dedicados a la vida contemplativa.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
El veneno corre por las venas de este mundo desde el principio de los tiempos. Confiar en que el bien puede triunfar es desconocer la propia naturaleza humana. Será que solo los peores sienten el impulso de imponer su voluntad sobre los demás, no sé.
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El custodio de los libros de Rodrigo Costoya Santos
Pueden amenazar la existencia de un solo libro, pero no la de mil copias dispersas. No, porque cada una de ellas puede constituir, a su vez, el germen de otras mil.
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Portosanto: El enigma de Colón de Rodrigo Costoya Santos
Sobrio se antoja el palacio para el mendigo a las puertas.
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Portosanto: El enigma de Colón de Rodrigo Costoya Santos
No se desarrollan alas por vivir al borde del abismo.
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Portosanto: El enigma de Colón de Rodrigo Costoya Santos
No hay prueba más dura para la amistad que la sombra de la traición.
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Portosanto: El enigma de Colón de Rodrigo Costoya Santos
Este es el lugar, y este el tiempo, que le tocó vivir a Pedro. El niño que nació condenado al exilio por su propia familia. El hidalgo bastardo que nació atado a un curioso destino.
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La edad de la inocencia