Los abismos de Pilar Quintana
Por la noche había llovido y la mañana estaba lechosa. Las cosas como cubiertas por una sábana blanca. Miré a mi papá, pensando ¿por qué me hacés esto? Él, armado con su sonrisa, quería una respuesta. Respiré
|
Los abismos de Pilar Quintana
Por la noche había llovido y la mañana estaba lechosa. Las cosas como cubiertas por una sábana blanca. Miré a mi papá, pensando ¿por qué me hacés esto? Él, armado con su sonrisa, quería una respuesta. Respiré
|