La gran serpiente de Pierre Lemaitre
Porque esa gran serpiente se comporta de un modo curioso, siente un odio muy peculiar por las culebrillas de la entrepierna, es ahí donde escupe su veneno, a propósito, es una serpiente enorme que no soporta a las pequeñas. No es de las que te pegan un tiro en mitad de la frente, ni mucho menos: esa serpiente te dispara dos balas en el centro de gravedad, y le da igual que seas hombre o mujer. Habría que recurrir a un psiquiatra.
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