Casi, y aún así, maravillosa. ¿Habéis escuchado la canción de Melendi: Casi? Es una de mis preferidas, una de esas que no me canso de escuchar; sobre todo al tararear su letra. Y, así es como definiría este libro: casi perfecto, casi romántico, casi.... Pero lo que no pierde fuerza es la voz de la autora: dulce, romántica, única. En esta ocasión, Hartlieb nos muestra una Primavera en Viena, cómo la relación entre Marie y Oskar sigue paulatinamente su camino y, como, de un momento a otro, todo puede desaparecer. Esta novela es un deambular por la Viena de 1912, por sus calles, por su Opera y teatro, por sus librerías... Porque si algo tiene de bueno este libro (y tiene muchas, muchas cosas buenas) es el amor de la autora por las novelas, el ver cómo la vida de nuestros protagonistas se entremezclan con los libros, las letras y los sueños. |