Kraut de Peter Pontiac
Hace mucho tiempo, al principio de esta epístola, empecé con la reconstrucción de aquello que estaba pinchado "al final de tu tenedor", justo en el instante en que te metías al agua. Durante todo este tiempo esabas atrapado como una hormiga bajo mi lupa. Poco a poco voy sintiéndome el padre celestial, con tu vida entera en mis omnipotentes manos, o como San Pedro, un portero del cielo, más bien, con el libro y las llaves...
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