La cuerda del tiempo de Peter Dickinson
En el Valle existía el tiempo, por supuesto, ¿Cómo no iba a existir? Pero no había Historia. En las ricas tierras de cultivo, que se extendían desde la montañas del norte hasta el bosque, no había habido guerras, ni relatos sobre ellas, sólo días, estaciones y generaciones. No habían existido reyes ni gobernantes, pero sí padres, abuelos y antepasados. Durante dieciocho generaciones, en el Valle no había sucedido nada que mereciese figurar en un libro o pasar a la posteridad en una lápida conmemorativa. Por lo tanto, no existía Historia, sólo tiempo. |