Su cereza de Penelope Bloom
Sí, tenía un problemilla con la cleptomanía. No, no pensaba cambiar. Ese era el diagnóstico médico si nos ponemos puntillosos. Me gustaba robar cosas. Todo empezó cuando Bruce y yo crecimos en la pobreza, unas circunstancias que lo justificaban. Al final, comprendí que robaba cosas porque me gustaba hacerlo, no porque necesitáramos el dinero. Siempre me había visto obligado a buscar sitios donde guardar mis tesoros, y el salón de trofeos era el epítome de todo mi trabajo. Allí era donde guardaba las mejores piezas.
|