Godos de Pedro Santamaría
"Hablaban una lengua endemoniada. Aparecían de madrugada, al galope, disparando flechas, una tras otra, con sus extraños arcos, pequeños y curvados, desde lo alto de sus monturas. Aullaban como lobos. Lo destruían todo, mataban a los hombres y se llevaban el ganado y las mujeres. La primera vez que el padre de Arnulf oyó hablar de ellos dijo que eran cuentos para niñas. Pero en la aldea no tardó en saberse que esos demonios eran reales. Y ahora huían. Todos los godos huían. Hacia el gran río. Hacia el imperio del que tan pronto llegaban comerciantes con baratijas, como hombres andrajosos hablando de un dios crucificado, como ejércitos que lo arrasaban todo a su paso." |