El alcalde de Zalamea de Pedro Calderón de la Barca
En un día el sol alumbra y falta; en un día se trueca un reino todo; en un día es edificio una peña; en un día una batalla pérdida y victoria ostenta; en un día tiene el mar tranquilidad y tormenta; en un día nace un hombre y muere; luego pudiera en un día ver mi amor sombra y luz como planeta, pena y dicha como imperio, gente y brutos como selva, paz e inquietud como mar, triunfo y ruina como guerra; vida y muerte como dueño de sentidos y potencias. Y habiendo tenido edad en un día su violencia de hacerme tan desdichado, ¿Por qué, por qué no pudiera tener edad en un día de hacerme dichoso? ¿Es fuerza que se engendren más despacio las glorias que las ofensas? |