Cartas para Abril de Paula Ramos
-¿Así que vas a ir a buscarle a su trabajo? -Preguntó América con tacto, como si estuviera loca o algo. -Claro que sí. El imbécil se cree que puede venir y decir con quién o no puedo salir. ¿Quién se cree?- Comencé a dirigirme a la puerta. -Espera, te acompaño. No me lo quiero perder, si te soy sincera- Se rio mientras me seguía por el pasillo-. Y yo que pensaba que parecías un poco panoli. ¡Contigo no hay quien se aburra! |