La música del silencio de Patrick Rothfuss
El Doce era uno de los pocos lugares cambiantes de la Subrealidad. Era lo bastante listo para conocerse a si mismo, lo bastante valiente para ser el mismo y lo bastante insensato para cambiarse a si mismo y, al mismo tiempo, seguir manteniendose autentico. En ese sentido era practicamente unico, y si bien no siempre era seguro ni agradable, no podia evitar tenerle cariño
|