Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos de Pablo Neruda
Tus pies toco en la sombra, tus manos en la luz, y en el vuelo me guían tus ojos aguilares Matilde, con los besos que aprendí de tu boca aprendieron mis labios a conocer el fuego. Oh piernas heredadas de la absoluta avena cereal, extendida la batalla corazón de pradera, cuando puse en tus senos mis orejas, mi sangre propagó tu sílaba araucana. |