Para nacer he nacido de Pablo Neruda
Mientras más niños tenían los obreros chilenos, más comunistas eran, según estos aprovechadores del terror. Y así pasó que, cuando los trenes y camiones se abrían en los sitios de destino con aquella inmensa carga de angustia humana, sólo se oía un ruido. Era el llanto de centenares y centenares de niños que, apretados a sus madres, lloraban y gemían al mismo tiempo, concentrándose en ese llanto todo el dolor de la persecución y del desamparo. |