Imagina que, instantes antes de nacer, una voz te va describiendo y alertando de todo aquello que vas a ver y experimentar una vez estés fuera. Así es como comienza Tuyo es el mañana, una novela coral con una importante carga de crítica social en la que las piezas-personaje, aparentemente ajenas entre sí, van uniéndose y moviéndose en un tablero que pretende ser cotidiano. Es complicado destacar o tan siquiera asomar la cabeza en el panorama literario actual, pero en esta novela de Pablo Martín Sánchez hay algunos elementos que consiguen llamar la atención. Concretamente, dos de los seis personajes (o siete, según se mire), resultan fantásticos en una trama que apunta más a ser un reflejo más o menos exacto de la realidad de una época. Dejo solo un adelanto: un carismático galgo de carreras y un cuadro que desde su atalaya juzgará todo lo que ocurra en su campo de visión. La acción transcurre en un solo día, el 18 de marzo de 1977, que es el día en el que nació el propio autor. Aunque esta novela es la segunda en la que llaman la “trilogía del yo”, puede leerse de manera independiente, ya que lo que tienen en común estos textos es que la chispa de su concepción nace de lo que se considera la biografía mínima de una persona: nombre, fecha de nacimiento y lugar. 1977 se nos muestra como un año en el que hubo muchas cosas que estuvieron a punto de explotar. La novela no solo expone el convulso contexto de la Transición, sino también otra serie de temas potentes como el robo de niños, el maltrato animal, el acoso escolar o las bandas organizadas. Quizá por su propia estructura es una lectura que se presta a leerse casi del tirón, sin que esto nos haga pasar por alto su calidad. No estamos ante un texto mayúsculo pero es verdad que es lo suficientemente convincente como para recomendarlo por la viveza de sus personajes y por la vitalidad de su planteamiento. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |