Un magnífico narrador que nos presenta un maravilloso recorrido de peculiar belleza y absolutamente envolvente, una apasionante ruta literaria, gran riqueza cultural, agudas e inmejorables descripciones, en el que su imaginación, sus conocimientos y su sensibilidad nos acompañan a través del espacio y el tiempo en esta hermosa y fascinante lectura. Me costó encontrar el libro pero después de un largo periplo por todas las librerías de mi ciudad, al fin lo conseguí. Apareció publicado originalmente en 1958 y es una obra que para mí, es mucho más que un libro de viajes, en el que Fermor nos guía a través del tiempo y del espacio por aquellas remotas, aisladas y peculiares regiones y montañas maniotas, separadas del resto del país por la elevada cordillera del Taigeto y rodeadas por los mares Egeo y Jónico. Desde la fascinación y el amor que siente hacia estas tierras, sus costumbres y sus gentes, nos narra con su bellísima prosa, gran erudición y sensibilidad, situaciones, paisajes, historias, leyendas y costumbres, que mezcladas con la fantasía e imaginación, nos envuelve y nos sumerge de lleno en los tesoros de esta remota península, la región perdida de Mani, que acabó siendo su hogar y donde fue amado y respetado por el pueblo griego. Se trata de un viaje íntimo, pausado y tranquilo, acompañado por Joan, su mujer, de forma ligera y humilde y donde las personas son parte fundamental de su viaje. Se mezcla impecablemente la historia con la literatura, la geografía con la mitología, la política con la religión y así nos va subyugando, contándonos también hechos históricos, que remiten a los tiempos de los espartanos, a los conflictos turcos e incluye leyendas y hechos de la antigüedad. Destacan, sobre todo, los pequeños detalles a la hora de describir un paisaje o un monasterio y, como el autor domina la lengua griega, también nos encontramos con conversaciones geniales que mantiene con campesinos, regadas con vino y que nos llevan a inolvidables historias de la vida de esta región, poco frecuentada y de difícil acceso. Es un libro magnífico de extensas y bellas digresiones y donde Fermor registra todo lo más precioso y venerable del pasado griego que tanto admira, anotando las impresiones, las incertidumbres, las perplejidades que recoge en su camino. Nos encontramos, a través de la mano del autor, caminando con él, por el origen de nuestra cultura mediterránea y lo disfrutamos. Un viajero peculiar y una forma de viajar diferente, admirable y entrañable, como ya demostró en el libro también reseñado "El tiempo de los regalos". Libros imprescindibles para lo que también amamos Grecia, la clásica y la moderna. Interesantísimo, envolvente, su Grecia nos cautiva. Es un regalo. Es un libro lleno de magia. + Leer más |