La maldición del tranvía 015 de P. Djèlí Clark
Muchos djinn no podrían decir los mismo, la esclavitud es el vicio terrenal que más detestan.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 101 calificaciones)
/
La maldición del tranvía 015 de P. Djèlí Clark
Muchos djinn no podrían decir los mismo, la esclavitud es el vicio terrenal que más detestan.
|
Ring Shout: Nuestro cántico de P. Djèlí Clark
Dicen que Dios es bueno siempre. Se ve que a él también le gusta la ironía.
|
Ring Shout: Nuestro cántico de P. Djèlí Clark
El demonio no sería el demonio si no supiera cómo tentar a la gente.
|
Ring Shout: Nuestro cántico de P. Djèlí Clark
Dicen que Dios es bueno. Se ve que también a él le gusta la ironía.
|
La maldición del tranvía 015 de P. Djèlí Clark
La apertura de una puerta hacia el plano que habitaban los djinn había provocado que la magia fluyera a raudales en el mundo, cambiándolo para siempre.
|
La maldición del tranvía 015 de P. Djèlí Clark
Hamed tuvo que darle la razón. Había oído hablar de edificios encantados. Casas encantadas. Una vez, incluso tuvo un caso de un mausoleo encantado en al-Qarafa, que era algo bastante estúpido si uno se paraba a pensarlo. ¿Por qué ibas a irte a vivir a un cementerio y después quejarte de que hubiese espectros? ¿Pero un tranvía encantado? Eso era nuevo.
|
Los Tambores del Dios Negro de P. Djèlí Clark
La magia de los antiguos dioses afrikanos, decía mi mama, forma parte de esta ciudad, sepultada como está entre sus huesos y sus raíces, entre los esclavos que la levantaron, y convierte el suelo, el aire y los ríos en tierra sagrada. Pero olvidamos los nombres que llegaron con el poder que trajimos con nosotros.
|
Ring Shout: Nuestro cántico de P. Djèlí Clark
Todas y cada una de las decisiones que tomamos llevan a un mañana distinto. A mundos enteros todavía por nacer.
|
Ring Shout: Nuestro cántico de P. Djèlí Clark
El enemigo, él es la Mentira. Así de sencillo. La Mentira que se pasea por ahí haciéndose pasar por la verdad.
|
La maldición del tranvía 015 de P. Djèlí Clark
La realidad era que, en los casi treinta años que el Ministerio llevaba operativo no se había encontrado ninguna evidencia de la existencia de fantasmas, a pesar del número creciente de espiritistas y médiums autoproclamados que florecían en los zocos de El Cairo.
|
La edad de la inocencia