El declive de Osamu Dazai
Lejos de avergonzarme, me pareció que el mundo real era un organismo extraño, completamente distinto a mi propio mundo imaginario. Me asaltó una terrible sensación de abandono que jamás había experimentado y me encontré sola, gritando y gritando sin obtener respuesta en un páramo desierto bajo la luz del ocaso.
|