El juego de Ender de Orson Scott Card
La humanidad no nos pide que seamos felices. Sólo nos pide ser brillantes en su nombre.
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El juego de Ender de Orson Scott Card
La humanidad no nos pide que seamos felices. Sólo nos pide ser brillantes en su nombre.
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El juego de Ender de Orson Scott Card
He vivido demasiado tiempo con el dolor. Sin él, no sabré quién soy.
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
Preferiría oír mil verdades duras y amargas de ti, hija, que una mentira fácil e inofensiva
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
Cuando te rodee la luz, Bill, ¿cómo sabrás si es la gloria de Dios o las llamas del infierno?
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
El predicador se había refugiado en la autoridad tan pronto como empezó a temer que sus ideas pudiesen no sostenerse por sí mismas. Cuando la autoridad se erigía como arbitro, era imposible todo debate racional.
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
Un hombre siempre supone en los demás la misma virtud que él mismo cree tener
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
Un buen día entrarás en la misma boca del infierno, Bill, sólo para descubrir si el diablo tiene caries en los dientes.
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
Decidió que los domingos por la mañana habían sido creados para que los pecadores tuvieran una muestra del primer día de la eternidad en el infierno. [Se refiere al tiempo que pasa en la iglesia]
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
—Nunca es mi intención fisgonear. —¿Qué quieres decir? ¿Que fisgoneas por accidente? |
El séptimo hijo de Orson Scott Card
Todo lo que puede ser creído es imagen de la verdad. Si me parece cierto, debe haber algo cierto en él, aunque no todo sea verdad. Y si lo analizo, tal vez pueda descubrir
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
—Es algo terrible tener que enviar a un hijo a un sitio lejano a que viva con extraños... —Pero es peor sepultarlo... —Sí. No hay nada que pueda ser peor que sepultarlo. |
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
—Tienes mucho por hacer en este mundo para morir tan pronto. —Es la idiotez más grande que he oído este año. Porque alguien tenga que hacer muchas cosas no se salvará de morir... |
El juego de Ender de Orson Scott Card
Gracias, Peter. Por los ojos secos y los sollozos callados. Me has enseñado a ocultar mis sentimientos. Ahora lo necesitaba más que nunca.
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El juego de Ender de Orson Scott Card
Es posible que se os pase por la cabeza la idea de atacarme en grupo. Es probable que me dierais una buena paliza. Pero no olvidéis lo que hago con los que intentan hacerme daño. En adelante, os pasaríais el tiempo preguntándoos cuándo os agarraré y qué haré con vosotros […]. No será así. Será peor. |
El juego de Ender de Orson Scott Card
Cuando Ender salía, oyó a alguien decir: —Es Wiggin. Ya sabes, el listillo de la sala de juegos. Caminó por el corredor sonriendo. Podía ser pequeño, pero conocían su nombre. Por la sala de juegos, claro, lo que no quería decir nada. Pero ya verían. Iba a ser un gran soldado también. Todos conocerían su nombre, y pronto. Quizá no en la escuadra Salamandra, pero pronto. |
El juego de Ender de Orson Scott Card
«No soy un asesino —se dijo Ender en voz baja una y otra vez—. Diga lo que diga, no soy un asesino. No lo soy. Tenía que defenderme. Le aguanté mucho tiempo. Tuve paciencia. No soy lo que ha dicho.»
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El juego de Ender de Orson Scott Card
Ender podía ver crecer el resentimiento en la forma en que los otros soldados balanceaban los cuerpos y se intercambiaban miradas, en la forma en que evitaban mirar a Bean. «¿Por qué hago esto? ¿Qué tiene que ver esto con ser un buen comandante, convertir a un chico en el blanco de todos los demás? ¿Simplemente porque me lo hicieron a mí tengo que hacérselo a él?» Ender quiso rectificar su mofa del chico, quiso decir a los demás que el pequeño necesitaba su ayuda y su amistad más que nadie. Pero no lo podía hacer. No el primer día. El primer día, incluso sus errores tenían que parecer parte de un plan brillante.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?