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El juego de Ender de Orson Scott Card
La humanidad no nos pide que seamos felices. Sólo nos pide ser brillantes en su nombre.
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Calificación promedio: 5 (sobre 206 calificaciones)
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El juego de Ender de Orson Scott Card
La humanidad no nos pide que seamos felices. Sólo nos pide ser brillantes en su nombre.
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El juego de Ender de Orson Scott Card
Ender podía ver crecer el resentimiento en la forma en que los otros soldados balanceaban los cuerpos y se intercambiaban miradas, en la forma en que evitaban mirar a Bean. «¿Por qué hago esto? ¿Qué tiene que ver esto con ser un buen comandante, convertir a un chico en el blanco de todos los demás? ¿Simplemente porque me lo hicieron a mí tengo que hacérselo a él?» Ender quiso rectificar su mofa del chico, quiso decir a los demás que el pequeño necesitaba su ayuda y su amistad más que nadie. Pero no lo podía hacer. No el primer día. El primer día, incluso sus errores tenían que parecer parte de un plan brillante.
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El juego de Ender de Orson Scott Card
Cuando Ender salía, oyó a alguien decir: —Es Wiggin. Ya sabes, el listillo de la sala de juegos. Caminó por el corredor sonriendo. Podía ser pequeño, pero conocían su nombre. Por la sala de juegos, claro, lo que no quería decir nada. Pero ya verían. Iba a ser un gran soldado también. Todos conocerían su nombre, y pronto. Quizá no en la escuadra Salamandra, pero pronto. |
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El juego de Ender de Orson Scott Card
Es posible que se os pase por la cabeza la idea de atacarme en grupo. Es probable que me dierais una buena paliza. Pero no olvidéis lo que hago con los que intentan hacerme daño. En adelante, os pasaríais el tiempo preguntándoos cuándo os agarraré y qué haré con vosotros […]. No será así. Será peor. |
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
El predicador se había refugiado en la autoridad tan pronto como empezó a temer que sus ideas pudiesen no sostenerse por sí mismas. Cuando la autoridad se erigía como arbitro, era imposible todo debate racional.
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El juego de Ender de Orson Scott Card
«No soy un asesino —se dijo Ender en voz baja una y otra vez—. Diga lo que diga, no soy un asesino. No lo soy. Tenía que defenderme. Le aguanté mucho tiempo. Tuve paciencia. No soy lo que ha dicho.»
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
Decidió que los domingos por la mañana habían sido creados para que los pecadores tuvieran una muestra del primer día de la eternidad en el infierno. [Se refiere al tiempo que pasa en la iglesia]
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El juego de Ender de Orson Scott Card
He vivido demasiado tiempo con el dolor. Sin él, no sabré quién soy.
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
—Tienes mucho por hacer en este mundo para morir tan pronto. —Es la idiotez más grande que he oído este año. Porque alguien tenga que hacer muchas cosas no se salvará de morir... |
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El séptimo hijo de Orson Scott Card
—Es algo terrible tener que enviar a un hijo a un sitio lejano a que viva con extraños... —Pero es peor sepultarlo... —Sí. No hay nada que pueda ser peor que sepultarlo. |
¿En qué año se publicó?